Guardiola ha dicho que se va a enfrentar a Pedro Sánchez en Extremadura. No le falta parte de razón. El Gobierno del Presidente ha sido quién ha subido el Salario Mínimo Interprofesional, mientras el PP decía NO. Las sucesivas subidas han tenido una incidencia para más de ochenta mil trabajadores y trabajadoras en nuestra Comunidad Autónoma; fundamentalmente para mujeres y jóvenes del medio rural.
Puede que tenga parte de razón en su querer confrontar con Pedro Sánchez, porque su Gobierno ha posibilitado a través del Dialogo Social y el acuerdo parlamentario, una reforma de las pensiones que apuesta por su revalorización y su carácter público. Por eso, ella debe explicar a la ciudadanía y a los doscientos treinta y cuatro mil pensionistas, si su apuesta es la que acaba de hacer el Sr. Feijóo, amenazando con derogar este sistema, apostando por planes privados, volviendo al factor de sostenibilidad que apuesta por subidas anuales del 0,25%, como en el Gobierno de Rajoy. En esta Comunidad, donde las pensión media alcanza los 993 euros, tiene difícil explicación la postura de su partido con respecto a la insostenibilidad de las mismas.
Tal vez, ella cree que electoralmente debe confrontar con el Presidente porque en su mandato se ha pactado una reforma laboral que en Extremadura afecta a más de cuatrocientos mil trabajadores, que han visto una mejora en la calidad de la contratación, derogando aspectos tan lesivos de la Reforma Laboral de Rajoy como el despido por causas de enfermedad. No creo que María Guardiola vaya a sacar pecho por la ayuda de su amigo y mentor, el ex alcalde de Trujillo, Alberto Casero, en la aprobación de una nueva reforma que restablece la capacidad de negociación colectiva, entre otras cosas.
En el programa de 24 h, de Xavier Fortes, Guardiola mostraba su medida novedosa, por decir algo, de bajar impuestos. Claro, el presentador le repreguntaba sobre el mantenimiento de los servicios públicos sin dinero, pero ella proponía tres grandes pactos en sanidad, educación y financiación. ¡Hilarante! Y se lo ofrecía a todos los partidos políticos, incluido a Podemos. ¡Con esos rojos bolivarianos! Reconozco que esa idea me trasladó a los tiempos de Monago, cuando él recortaba centros de salud y dejaba endeudada a la región al salir del Gobierno.
No es de extrañar que el Presidente Vara diga que “no hay que hablar del enemigo porque nos empobrece”. Imagino que se refiere a su debilidad de propuestas y a su cansina retorica de bajar impuestos, cuando la mayoría de rentas en Extremadura son muy bajas y tenemos el salario medio más bajo de España. Pero yo creo que hay que hablar, porque es gente muy peligrosa, queriendo acabar con todo lo público.
Hay que hablar de sus propuestas y de sus aliados, como de su última idea estrella en Andalucía, de concertar la atención primaria con la sanidad privada, una vez desguazada la Sanidad Pública por la pandemia. Y hay que hablar de imposición fiscal para los más ricos, tal como lo está intentando el Gobierno de Sánchez con las entidades bancarias y energéticas.
La Sra. Guardiola hablaba con Xavier Fortés de intangibles, mientras que el Sr. Vara hablaba de tangibles, con la apertura o la primera piedra puesta; azucarera, matadero, diamantes, litio, gigifactoría, hidrógeno verde… Zafra, Don Benito-Villanueva, Mérida, Badajoz, Cáceres, Navalmoral, Trujillo… Sí, falta Plasencia.
El Presidente Vara que muestra los datos mejores de empleo de su historia, porque nunca ha habido más personas trabajando en la región y con más afiliados a la Seguridad Social, con proyectos reales para la transformación del modelo productivo, debe de hablar del PP.
Por lo menos, debe evaluar y proponer algo distinto para Plasencia, porque tiene una alta cuota de responsabilidad en lo que termine por derivar el futuro de esta ciudad. Tiene que hablar sobre su propuesta para otra Plasencia, porque no puede colaborar en invisibilizar la realidad cada vez más palpable de un PP errático en la ciudad, ni de la decadencia de la situación económica y social de la cuarta ciudad extremeña, que contrasta con una Extremadura esperanzada.
Si Guardiola se enfrenta a Pedro Sánchez, al menos eso quiere pensar ella, creo que toca que mi Presidente y candidato a la Junta de Extremadura baje al terreno de las infraestructuras e inversiones que le reclamamos los placentinos, frente a un alcalde que ha sido defenestrado por el PP, cansado, sin aliados y sin propuestas.
Cuando está en juego el futuro de una ciudad que muere, no hay que presuponer que los resultados electorales en Plasencia, de siempre, puedan repetirse. Le reclamamos, un jaque mate.