DÍA DE EXTREMADURA:
El acto principal es la entrega de las medallas a personas o colectivos destacados cuya celebración en el majestuoso Teatro Romano lo presidió por primera vez una mujer: la nueva Presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. Hecho histórico sin duda, desde que en 1985 la Comisión formada en la Asamblea para elegir el Himno, el Escudo y el Día de la Comunidad, eligió el 8 de septiembre, día de la Virgen de Guadalupe, como el Día de la Región.
Acierto total de Rodríguez Ibarra. La Comisión la presidió Antonio Vélez. Derecha e izquierda aprobaron la propuesta de Ibarra excepto el Partido Comunista. Eran otros tiempos. Personalmente, en nombre de Mérida y como alcalde, desde esa sublime escena le he dado la bienvenida durante dieciséis años a todos los extremeños. Todo un honor.
EMPIEZA EL NUEVO GOBIERNO AUTONÓMICO:
Ahora sí, ya colocados todos los amigos y amigas del nuevo Florianismo, hay que ponerse a trabajar. Siendo cierto que María Guardiola llegó de la mano del eterno Lau León y de Alberto Casero, con el beneplácito imprescindible hace dos años de Pablo Casado, es verdad que fue ratificada por la nueva dirección nacional, y no es menos cierto que María Guardiola tiene personalidad propia y buen discurso; puede dar la sorpresa y mejorar el Gobierno de Vara. Todo esto a pesar de que la mayoría de los nombramientos de las direcciones de la Junta han sido elegidas por méritos de partido, o simplemente por puro amiguismo; pocas excepciones de que hayan buscado capacidad, preparación y profesionalidad; incluso dentro del mismo PP. Ya iremos analizando todos los nombres. A pesar de esta decepcionante realidad, ojalá que supere esta percepción personal y Extremadura avance como ha prometido y merece. Se lo deseo de corazón.
No le será fácil quitarse de encima su pésima gestión política de su resultado electoral después de las elecciones autonómicas que propició ser la protagonista al negar mil veces acuerdos con VOX e ir de “progre” medio de izquierdas. Algunos la culpan de pérdida de diputados nacionales por el enfado del electorado de derechas por sus meteduras de pata. Incluso hay quien cree que por ella se perdieron más de cuatro diputados que serían los que ahora hacen falta para conseguir la investidura de Núñez Feijóo.
INVESTIDURA NACIONAL:
Todo sigue igual. Acuerdo de todos los “malos” juntos para seguir el dictado del prófugo, Carlos Puigdemont. La amnistía para los delincuentes del fallido golpe de estado catalán del 17, con el descrédito para el Estado de Derecho que conlleva, será una realidad para que Pedro Sánchez vuelva a presidir el Gobierno de lo que quede de España. Este paranoico del poder, hace oídos sordos hasta de los socialistas de experiencia y demostrada valía dentro de la izquierda moderada, como Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo…
Núñez Feiijóo, a pesar de haber ganado las elecciones, no tiene ninguna posibilidad. Todo el pescado está vendido. Todo es un numerito de los comunistas y socialistas para marear la perdiz. Los de JUNTS, ERC, PNV, SUMAR… o sea independentistas, comunistas y sanchistas se han repartido “pasta” a mansalva y es igual que lo de la amnistía lo aprueben antes o después, todos apoyarán a Sánchez. Es el que le da nuestro dinero. Y, lo peor, el honor y la dignidad de España. Lo de menos, desgraciadamente, es que la suma de los votos de centro y derecha hayan sido muchos más.
RUBIALES:
Menos mal que el “sainete” termina. Por un beso y una impresentable “tocada” de huevos en el palco, ardió, informativamente España y el ya dimitido presidente de la Federación de Fútbol ha perdido un millón de sueldo anual más prebendas y puterío gratis. Nunca tan poco costó tanto. Sobre todo para Rubiales. Las había hecho gordas y sus ex amigos del Gobierno le habían reído las gracias; ahora el feminismo radical, y su chulería y torpeza se lo han llevado por delante. Me alegro. Así y todo lo del beso consentido o no lo debe decir la Justicia. Así es el Estado de Derecho.