Como ya vengo escribiendo en mis últimos artículos, «el pescado está todo vendido» desde la misma noche electoral y se conoció que los perdedores del sanchismo y todos los grupúsculos de comunistas agrupados, con el añadido de los separatistas de derechas de PNV y JUNS; las oportunidades para que gobernara el ganador, eran igual a cero. Al menos así lo vi yo y también muchos millones de españoles. En la primera votación para la investidura de Núñez Feijóo, ya han demostrado que siempre hubo acuerdo entre «los malos». Obviamente, los 172 votos que ha obtenido Feijóo no han sido suficientes. Se ha quedado a cuatro. Y María Guardiola se puede seguir riendo pero su metedura de pata ha sido histórica, con sus manifestaciones y su protagonismo negativo en plena campaña electoral, es más que probable que le hayan costado al PP esos cuatro escaños que, a la postre, han resultado decisivos. Que siga riéndose.
El «teatrillo» de los del no a la investidura del ganador, ha seguido su curso, -y aún seguirá mucho tiempo-, marean la perdiz para ocultar que el pacto infame y delictivo con el prófugo Puigdemont está más que cerrado. Todo el mundo lo conoce aunque no está demás recordarlo mil veces: Pedro Sánchez «vende» España a delincuentes convictos, dándoles 450.000 millones de euros, (es lo que calculan prestigiosos economistas por la condonación de la deuda a Cataluña, más viandas varias). En el PACK va también la amnistía para todos los delincuentes del golpe de estado catalán y un referéndum vinculante para independizarse de España. Antes, los del gobierno de Sánchez, han ido amañando la Justicia y blanqueando a los asesinos de la ETA y acercándolos a sus casas, y si no los han soltado a todos es porque aún rige cierto Estado de Derecho en nuestro País (aunque, desgraciadamente, por poco tiempo). Sin olvidarnos de los indultos más vergonzosos que recuerda nuestra historia.
Bueno, esto es lo que ofrece una parte, o sea Pedro Sánchez como dictador y líder único del socialismo patrio, convertido en Sanchi-comunismo. Pero, como es lógico, todos los españoles que no estén en la nómina de esta gentuza ni sean “hooligans” de esta «cosa», como propietarios de un “poquito” de nuestra Patria (incluidas Cataluña y Vascongadas), querrán saber qué recibe España a cambio de dar tanto. ¡¡¡ NADAAAAA!!!
Efectivamente no recibe nada. Todo se da gratis a cambio de que Pedro Sánchez siga mangoneando nuestra Nación y sea investido de nuevo Presidente de un pérfido gobierno, mal llamado español. Eso es todo.
A todo esto me refería cuando aseguraba en el titular que, efectivamente, todo está siendo, desgraciadamente, como nos imaginábamos. Sin embargo lo que sí me ha sorprendido ha sido el interlocutor elegido por Sánchez para insultar a Feiijóo, al parlamento español y a la mayoría de los españoles, en un ninguneo nunca visto en democracia. Pedro Sánchez, en un alarde de funambulismo enfermizo y maquiavélico, en lugar de ser él mismo el que le dé réplica al legalmente candidato del PP, ordena al tío más chulo, macarra e impresentable del parlamentarismo conocido, Oscar Puente, exalcalde de Valladolid, a intervenir en su nombre y ser el portavoz de todo el socialismo de la Cámara Baja. Increíble. Sánchez, no obstante, sabía lo que hacía, Feijóo ya le dio un repaso en el único debate electoral que tuvieron, y el presidente en funciones no quería más de lo mismo. Mandó a un bronca subalterno a ensuciarlo todo. Sánchez huyó cobardemente.
Será igual dentro de 48 horas desde que escribo este artículo. Misma votación, mismo resultado. Hasta que el Rey Felipe VI llame al tipejo que no quiero nombrar más veces y éste sí consiga los 176 votos que lo harán de nuevo Presidente. El precio de estos votos ya lo sabe todo el mundo. No hay más.
PD. No me ha sorprendido el enorme discurso de Núñez Feijóo. España se ha perdido un gran Presidente. De momento.
Buen retrato de la situación actual, pero en estas situaciones límite, todo se puede solucionar si una bala perdida da en el blanco correcto.