No vale hacerse trampas en el solitario. Yo también soy de aquellos que piensan que sería bueno que gobernara la lista más votada. Pero los que proclaman que se aplique sólo en Extremadura no explican la razón de tan interesada exclusividad. Tampoco lo ha dicho así Núñez Feijóo; el presidente popular ha dicho que él mantiene la propuesta de que gobierne la lista más votada en TODA ESPAÑA, obviamente también para el próximo Gobierno de de la Nación que salga del 23 J, y de no ser así, no tiene sentido aplicarse únicamente en Extremadura, ni nadie con la cabeza en su sitio puede exigirlo.
A lo largo de nuestra aún joven democracia, la situación que se ha dado con más frecuencia cuando no ha habido mayoría, ha sido la de acuerdos de partidos de una similar ideología para posibilitar un gobierno. Esto se ha dado con más frecuencia en la izquierda, aunque en ocasiones también en la derecha. Así pasó, por ejemplo, en los gobiernos de Madrid en las elecciones de 2019 que, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento, ganando un partido de izquierdas gobernó el PP con Ciudadanos y apoyo de VOX, respectivamente.
Esta forma, muy extendida, está en nuestra Constitución y es perfectamente democrática y lógica: si la suma de los votantes de una ideología determinada es mayor en número de votos y escaños que la ganadora, puede gobernar perfectamente en tanto en España, como en una CCAA o en un Ayuntamiento.
Las primeras uniones de este tipo las llevaron a efecto el PSOE con los comunistas. Hoy en día todo el mundo lo entiende. Es más, creo que, aparte de gustos sobre la lista más votada, se entiende mejor la unión de fuerzas similares. Así lo entendió también Fernández Vara la noche electoral del 28 M, cuando dijo que los extremeños se habían pronunciado claramente para que dejara la Presidencia de la Junta de Extremadura.
Hoy mismo se ha sacado del contexto eso de que gobierne la lista más votada porque tanto Feijóo como Guardiola lo han dicho. Sí, lo han dicho, pero que valga para todos, también para las elecciones generales del 23 de julio. Que yo sepa los socialistas no han aceptado, ni aceptan, por lo tanto, ya basta de tanta milonga.
En Extremadura está todo claro y creíamos que era sencillo: Ha ganado el PSOE por poco pero ha ganado y hay que felicitar al ganador. El PP ha sido la segunda fuerza política y ha empatado a escaños con los socialistas. VOX entra por primera vez en el Parlamento con cinco diputados. Podemos se queda igual que estaba, con cuatro. Solo hay que sumar y aplicar la Constitución. El centro-derecha y la derecha (PP y VOX) suman 33 y la izquierda y los comunistas (PSOE y PODEMOS) suman 32. Dos bloques claros y hasta donde yo sé suma más uno que otro.
¿Donde está el problema? Todo analista político, aunque sea de “secano”, sabe que Sánchez no aceptará nunca un acuerdo para que gobierne la lista más votada porque sabe que perderá las elecciones y su única esperanza es el apoyo de toda la morralla comunista, independentista y bilduetarra. Ahí tienen la respuesta de la imposibilidad de acuerdo.
En Extremadura debe aplicarse la Constitución y han de gobernar las fuerzas que, juntas, sí han ganado. Esto es PP y VOX. Deben llegar a acuerdos de gobierno. Creo que los votantes de un partido y del otro no entenderíamos lo contrario.