Era el que faltaba del triunvirato todopoderoso de la peor etapa del PP. Gracias a Dios ya no están ninguno. Se fueron Pablo Casado y Alberto Casero. Solo faltaba Teodoro García Egea, quien ejerció con mano de hierro, pero con extrema torpeza, el cargo de secretario general nacional, el segundo con más poder dentro de la Organización.
Yo coincidí con él en la Legislatura anterior y además tuve muchas reuniones con Teodoro, toda vez que él era el coordinador del grupo en la Comisión de Fomento de la que yo era el viceportavoz. La verdad es que tuvimos buen trato. Era inteligente y trabajador; incluso creí que era buena persona.
Todo cambió cuando accedió a la máxima dirección. Se le subió el poder a la cabeza y se creyó Dios. Así que empezó a cortar cabezas sin venir a cuento (entre ellas la mía). Era obvio que si tenías cierta edad y no los votastes en el Congreso que ganaron, tu vida política, dentro del partido, tenía menos futuro que un caramelo en la puerta de un colegio.
Así iniciaron una caza de brujas cuyo máximo exponente fue el nombramiento, bajo su dirección absoluta, de todos los presidentes provinciales (entre ellos Manuel Naharro de nuestra provincia). Querían continuar, con las mismas formas, con los nombramientos autonómicos. Pero hasta ahí llagaron. Quisieron “matar” a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y se equivocaron. Acabaron todos “muertos”. Amén de los métodos mafiosos que utilizaron.
Pero ya están todos fuera y gracias a la valentía de Díaz Ayuso (sin restar méritos a Pedro Sánchez), la posibilidad de que Núñez Feijóo sea presidente del Gobierno es una realidad. Con el triunvirato, ya dimitido, hubiera sido imposible.
¡Ah!, a García Egea le corresponderían unos 41.000 € de indemnización al llevar 13 años en el Congreso, pero como ha dicho que empieza a trabajar ya, no debe pedir indemnización alguna dado que el Reglamento de Pensiones es claro: “para tener derecho a la indemnización parlamentaria no se tendrá actividad remunerada alguna”.
Pues eso Teodoro, suerte y pide perdón a tus cadáveres políticos porque estos ya te han perdonado. En el pecado llevas la penitencia.