Es curioso. Hace 13 años el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE en aquella fecha, anunció a bombo y platillo lo que iba a ser el no va más para los jubilados: se iba a construir una nueva ciudad, a la que vendrían miles de jubilados de toda España, que se llamaría “LA CIUDAD DE LOS MAYORES”.
Presentaron el proyecto y todo y resaltaban los millones que iban a invertir. El pardillo que encontraron para el numerito era un valenciano progre y supuesto empresario inversor; vamos, más o menos, como el empresario que iba a construir el Calatrava, hoy desaparecido. Eso sí la propaganda fue grandiosa, con mucha prensa, muchos planos explicativos de la maravilla que iban a crear; mucha radio y televisión… Se llegó a comparar el futuro de Mérida con su fundación romana y el asentamiento de los jubilados de las Legiones V y X.
¿Qué ha pasado con aquél fantástico proyecto? ¿Era todo mentira? ¿Nadie lo recuerda y pide explicaciones de la engañifa?
Pues sí, me temo que era una tomadura de pelo de los socialistas. Una más. Un engaño más.
Viene todo esto a cuento porque ahora repiten la jugada y presentan ¡LA CIUDAD DE LA INFANCIA! Cambian “mayores” por “infancia”. Viejos por niños. Por supuesto, como en 2010, sin adjudicación, sin presupuesto y sin nada serio que ofrezca la más mínima credibilidad, sólo palabrería de saldo y, eso sí, millones muchos millones que se van a gastar en el macroproyecto. Exactamente igual que los que se iban a gastar en la falsa Ciudad de los Mayores.
Y no termina aquí la caradura de estos gobernantes. Los que destruyeron el gran proyecto del Hernán Cortés, –ese sí que estaba adjudicado y avalado– dicen ahora, que van a construir una “CIUDAD DE LA INFANCIA”.
Han pasado trece años. Vean hemerotecas. Ya en 2011, prometieron que harían grandes cosas en el Hernán Cortés. No han hecho nada; sólo esta propaganda de saldo. ¡Trece años después!
Y así va España, de culo y cuesta abajo. Lo más impresionante y sorprendente es que les siguen o votan algunos millones de personas, que visto lo visto, deben pertenecer a otra galaxia, o son chupocteros o tontos de remate. Cada día que pasa más se ve el camino que nos lleva al desastre y al mismo tiempo refuerza las predicciones de que nuestro fin se acerca a pasos agigantados.