A la nómina de grandes escritores invisibles -Thomas Pynchon, J.D. Salinger, Don DeLillo- de los que casi no existen imágenes, se le unió hace tres años otro que hasta puede que sea de mentira. Que no exista, que sea un bot o robot de internet, algo fabricado por lo que se da en llamar IA o Inteligencia Artificial. Solo hace falta leer sus poesías para ver que eso no son poesías «humanas».
Hace tres años un jurado conformado por Luis Alberto de Cuenca, Ana Porto, Marwan, Alejandro Palomas y Ana Rosa Semprún (¿Cuánto se le paga a los representantes del jurado? ¿Tienen que leerse todos las miles de obras que les llegan?) gracias a “la conexión y empatía del autor con las nuevas generaciones ”, le dio el premio “Espasa es poesía” a Rafael Cabaliere, el escritor al que me refiero.
Irene X, Redry, Ángelo Nestore (que creo que es el que más merece algo la pena) y Aitana Monzón son los ganadores anteriores de este premio de Espasa, editorial del Grupo Planeta.
He leído un poco de cada poeta y lo único que se me ha ocurrido es que qué pensarían de todo ello Pedro Salinas (la mejor poesía de amor, la suya), Antonio Machado, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Cernuda, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin, Carmen Conde, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Gabriel Celaya, Ángel González o hasta Gloria Fuertes. Se sentirían estafados.
Y es que son veinte mil euros los que se lleva el poeta ganador de “Espasa es poesía”.
En la “presentación” del libro de Rafael Cabaliere cuyos perfiles en las redes sociales hacen sospechar que es un paripé, un invento, una estafa, alguien que lo mismo hizo escribir al economista Santiago Niño-Becerra el libro donde dice que el capitalismo -ese sistema económico que ha producido más prosperidad y desigualdad en el mundo- va a desaparecer en 2065.
Dicen:
“El libro es un poemario para que la persona que lo tenga en sus manos se sienta feliz. Es una cucharada que alivia por si arde la garganta, o una caricia del sol para brillar aún más. Lo complejo lo vuelve sencillo. Es un libro de mucha buena vibra y amor, el dolor se traduce a palabras luminosas. Hace despegar los pies del suelo.”
Esto no me lo dicen a mí ni Paulo Coelho ni Jorge Bucay en la cara. ¿Un libro de mucha buena vibra en el que el dolor se traduce a palabras luminosas? Me cachis en los mengues, eso no se me había ocurrido a mí.
“¿Garganta irritada? ¿Congestión nasal? ¿Colon irritado? Nada de ibuprofeno o paracetamol, léase un buen puñado de páginas de Cabaliere”. ¿Qué en tu empresa en vez de un erte hace un ere? No pasa nada, lee a Cabaliere”.
En Twiter, en Instagram, en Facebook, todo el mundo sigue a Cabaliere.
Y algo que parece imposible: en la era de la imagen, del gran poeta (“Las personas que se van,/te enseñan a amarte/Y las que se quedan/lo que es el amor de verdad”, acabo de leer en su perfil de Facebook) aparecen menos fotos que del hermano de Ayuso, que ya es decir. Algo no cuadra.
“Las personas que se van,/te enseñan a amarte…” ha recibido en Facebook casi cinco mil interacciones entre me gusta, me encanta, me importa, veces compartido (1.242 personas) y comentarios, más o menos la misma cantidad que he recibido yo (que no tengo premio Espasa es poesía) a lo largo de los cerca de seis mil post que llevo en Facebook (me pongo de ejemplo porque es el que tengo más a mano)
Por cierto, en Facebook el tal Rafael Cabaliere del que no se ha vuelto a saber nada más desde hace tres años cuando hasta salió en portada de todos los Telediarios, tiene un millón cien mil seguidores y 0 seguidos. Más sospechoso todavía. Es imposible no «seguir» a nadie. En Facebook te salen aunque no lo pidas.
Además, continúa la sospecha, RC nunca comenta o responde a los comentarios de los y las muchas fans que se derriten por sus ¿poesías?
¿Un fraude?, ¿la realidad de 2023? ¿Tenemos lo que merecemos? ¿Poesía eres tú?
Nota final: lo mismo, Rafael Cabaliere, para escapar de una vida vacía y con un futuro igual a cero como le ocurría al Richard Gere de “Oficial y caballero”, se metió a escribir poesías a tutiplén.
Otra nota: Parece ser que el poeta de los veinte mil euros es venezolano por lo que se podría decir que España ayudó económicamente a Venezuela. Estos rojos…
Fin.