Ocho años de gobierno municipal son muchos años y mucho tiempo para mejorar una ciudad de forma notable. Tras estas dos legislaturas es tiempo de analizar si en Mérida hemos crecido y mejorado lo suficiente y si se ha podido hacer más y mejor. Y lo más importante, si el partido político que gobierna (en este caso, el PSOE) quiere mejorar la vida de los ciudadanos, ofreciéndonos su trabajo, iniciativas, buena gestión y ganas de llevarlo a cabo. Opino que en Mérida no es así.
Quiero dar mi opinión sobre lo que creo que se puede mejorar y sobre lo que yo haría, en definitiva, para seguir transformando la capital extremeña. Una transformación de verdad, como lo que llevamos a cabo durante los 16 años que los emeritenses me dieron a mí, a mi partido y a mis diferentes equipos esa responsabilidad.
El balance del actual alcalde emeritense sobre lo acometido durante su gestión es de risa, si no fuera porque no tiene ninguna gracia. Si se comparan ocho años del gobierno popular con el mismo periodo de gobierno socialista no hay color. Y créanme que soy objetivo.
Pero quiero ir despacio y en este artículo me voy a ocupar sólo de un asunto: el Mercado de Calatrava, paralizado durante años.
Sólo repasando la hemeroteca vemos la tomadura de pelo y los muchos engaños a los que nos han sometido sobre este espacio tan emblemático para Mérida. Los socialistas prometieron un nuevo mercado gourmet que nunca se hizo porque, además, la cosa no empezó bien debido una adjudicación de obras algo más que dudosa. Y como sucede con lo mal gestionado, ha terminado peor.
Los comerciantes de la antigua Plaza de Abastos fueron engañados primero y abandonados después, y la explicación de Osuna es tan peregrina como descarada.
Posteriormente, Osuna se inventó lo de hacer allí un museo arqueológico, como iniciativa mágica para salvar el fracaso del mercado gourmet, cuando para más inri tiene cerrados y abandonados todos los museos emeritenses de competencia municipal. Nadie sensato entiende el cambio radical del proyecto, que obviamente ideó para ocultar su inutilidad y nefasta gestión al respecto.
Ocho años ya de socialismo en Mérida pesan mucho en la decadencia de la ciudad.
Pero volviendo al mercado de Calatrava, mi apuesta es clara: yo lo convertiría en un mercado gourmet al estilo de los que ya se han reconvertido en las principales capitales españolas.
Esto, además de recuperar y darle una nueva vida a este gran espacio en el centro de la ciudad, supondría para Mérida una inyección de empleo y de ingresos procedentes no sólo del turismo sino de los propios emeritenses, que tan faltos estamos de lugares de restauración a ese nivel, sobre todo en el corazón de la ciudad.
Volveríamos así a la casilla de salida, pero no importa, porque rectificar es de sabios. Aunque este gobierno de sabio no tiene nada. Y mientras, el edificio permanece abandonado y deteriorándose cada día que pasa. Claro reflejo de lo que es el socialismo.
El mercado es sólo un ejemplo de lo que ocurre con decenas de proyectos que el alcalde socialista vendió a bombo y platillo en campaña electoral y de los que no hay ni rastro, ni nunca lo hubo.
Lo dicho, socialismo en estado puro.
Pedro Acedo Penco
Tienes razón en todo lo que expones. Pero los españolitos han sido engañados y anestesiados, desde el poder central y sus secuaces durante los casi 50 años que llevamos, de una cada vez más deteriorada democracia que ya se está convirtiendo en una nueva dictadura que si consiguen perpetuarse unos años más, adelantaremos a Venezuela en pérdida de libertades, pero para lo que nos queda, comamos y bebamos que dentro de poco todos moriremos…