Entre mis papeles viejos he encontrado un especial sobre la Feria de Mérida. Es del periódico Hoy y de fecha 31 de agosto de 1986. De hace más de treinta y seis años.
Lo que para muchos es una solemne tontería para mí es una joya. Este documento podría encontrarlo en la hemeroteca de la Biblioteca municipal, lo sé, pero no es lo mismo.
Yo creo que lo guardé en su momento porque aparecía en las páginas centrales un reportaje sobre un amigo mío, Enrique Flores, dibujante de historietas (eso pone). Sale en una autofoto apoyado en una cama, sosteniendo un cómic con una mano y su cabeza -o levantando su flequillo- con la otra. Tenía 19 años y ya había dibujado en “Panorama”, “La sotana”, “Punto Muerto”, “Holo”. Cuenta más intimidades que no vienen a cuento. Pero sí, sigue siendo un “dibujante de historietas” e ilustrador de los buenos.
La amistad la seguimos manteniendo a distancia. Cuando aparece por Mérida -desde “su” Madrid- solemos vernos aunque menos de lo que nos merecemos.
El periódico este de 1986 está un poco carcomido y amarillea. Cuenta la vitalidad de la ciudad y se pregunta si hay Movida en Mérida. En la portada aparecen dos chicas sentadas en el pub Gris (creo) una foto de la revista de Ferias de septiembre y otra en la que aparece MCV -que había estado conmigo en primero de BUP- con una chica.
Dentro está Mérida. Aquella Mérida. Pero también esta. El primer reportaje (de José L. Aroca) es a don Antonio Vélez que a sus 41 años era alcalde de Mérida. Con la frase “Otra cosa podrá achacársele, pero este hombre, indudablemente, quiere mucho a su Mérida”, se resume la entrevista que le hacen.
En el siguiente reportaje sale un hombre al que aprecio mucho. En aquellos años para mí era un mito, luego lo conocí personalmente -gracias a Enrique Flores- y mejoró mi concepto. Es una gran persona. Se trata de Ceferino López, “donde va él, va siempre su cámara”, calamonteño de Mérida pegado y apegado a su Polaroid.
Una entrevista al pintor Luis Ledo, otro a un conquense de 35 “asociado en Mérida al pub Alcandoria en los altos de la calle Holguín, al que cuando lo conocí me pareció también un gran ser humano. Creo que la calidad artística tiene mucho que ver con esta condición amable y “superior” de las personas. Se trata de Antonio Gómez que ya por aquellos entonces era “una de las representaciones más destacadas de la vanguardia poética del país”. Qué decir de sus libros objeto o de sus poemas visuales.
Me estoy demorando mucho en escribir. De estos papeles que amarillean me interesa destacar todo. Hasta la publicidad. Muchas de esas empresas ya no existen. Hijos de Leopoldo Sánchez Manzanero, S.A. Fábrica y almacen de Muebles en la calle José Antonio (ahora Cervantes) y Arzobispo Maussona. Maices extremeños (MAEXSA), secaderos en la carrtera de Valverde. Soluciones Informáticas Districón en la Avda. Extremadura 1. Abonos Porro S.A. Aplicaciones de abonos líquidos complejos y nitrogenados sólidos. Oficina en la calle Almendralejo y Almacén en la barriada San Agustín. Mosa, carretera de Madrid km 340, su concesionario Peugeot Talbot en donde vendían lo último en coches, el Peugeot 205 “Contigo al fin del mundo”.
El periódico sigue y sigue con sus reportajes sobre personas, bares y movidas de Mérida. Y sus anuncios publicitarios de muchas empresas que pasaron a mejor (o peor) vida.
Reanudaré la escritura en otro momento. Son tantas vivencias, tantos recuerdos, que se me amontonan. Yo tenía 21 años, había terminado COU y estaba en cuarto de FP (de COU se podía “pasar” a cuarto de FP) y los fines de semana si no estaba en el bar Juan, en el Pablo, en la Risa del Cartero o en el Mirador (o en uno detrás de otro) y luego en los pubs de la John Lennon para acabar en el Maykel´ s y en el Menfas, trabajaba de pintor de brocha gorda, de albañil o de lo que surgiera. Pero estas son otras historias.
(continuará…)