¿Quién cuida al cuidador? En parte, los maestros y maestras son quienes cuidan en las aulas de nuestros hijos. Y no siempre se les respeta, ni por parte de la administración ni de las familias del alumnado. Ser maestro o maestra es, yo diría, hasta más complicado que ser médico, una de las profesiones más dignas, imprescindibles y necesarias que existen.
En una consulta médica los pacientes van entrando de uno en uno y se les atiende según las necesidades. En un colegio, el docente tiene que atender y “controlar” a quince, veinte, veinticinco alumnos a la vez, cada uno “de su padre y de su madre” y de un tipo de familia estructurada o no, que va «arrastrando» por donde va.
En esta sociedad nuestra, no se le da a la Educación la importancia que tiene, muchos colegios parecen “aparcaniños”. Esa es la percepción que se tiene cuando, por ejemplo, en los Telediarios insisten en que, después de las vacaciones, por fin los padres podrán descansar porque llevan a sus niños al colegio, dicho así es como si dijeran que se los quitan del medio. Y tener hijos no es eso.
De lo siguiente de lo que se habla en los medios de (in)comunicación es de lo carísimo que está comprar libros a principios de curso. No es exactamente así. Aparte de que decir que los libros son caros (uno bueno cuesta, hablando en plata, tres cubatas y dos jarras de cerveza y te dura todo un curso, un buen puñado de meses) sirve para, inconscientemente, empezar a odiarlos.
En la mayoría de colegios hay becas de ayuda para libros y material escolar, aparte de que también existe un “Fondo solidario libros de texto y material escolar”. Hablo de la Educación Pública, la otra, la erróneamente llamada concertada (¿ganar dinero con los niños?), que es privada con ayuda estatal, es otra cuestión y si te piden dinero, es algo lógico y normal ¿no?
Es como cuando te compras un coche caro, no solo lo tienes que pagar, pasear en él y «enseñar» y ya está, luego te encuentras con que el seguro cuesta más que el de un coche normal, gastas mucho en gasolina, pagas más de IVTM (más conocido como “rodaje”), cambiar una rueda puede destrozar la economía del mes. Con la Educación «de pago», igual.
También se dice que los maestros y maestras trabajan poco y tienen muchas vacaciones. Quién más alto lo dice suele ser quién menos idea tiene de lo que dice. En alguna discusión “de barra” he tenido que decir que “si quieres trabajar poco y tener muchas vacaciones, matricúlate en la Escuela de Magisterio, estudia tres o cuatro años, aprueba las oposiciones, vete a trabajar a un pueblo perdido a cien kilómetros de tu casa, trata con madres y padres de alumnos y “torea” cada día con quince o veinte individuos que te piden todos atención a la vez. Eso para empezar.
Hay que tener mucha vocación para ser maestro. Y no mucha gente entiende que hay que cuidar al cuidador de nuestros hijos e hijas.
Lo único que está claro es que no interesa (¿a quién?) que la Educación funcione. Una sociedad en donde todas las personas tuvieran criterio, utilizaran argumentos sensatos, fueran críticas, lógicas y razonables con lo que les llega, no sería tan manejable, manipulable, sumisa, fácil, dócil y obediente, pero todo esto entra dentro de lo utópico, de lo quimérico, del mundo de la ilusión, que viene de iluso, por lo que, empecemos por intentar cuidar al cuidador. Para empezar.
Fin.