El Niño de Montijo sigue castigando a los veinte mil lectores de Diario de Mérida y continúa sin convocar a este medio de comunicación a las ruedas de prensa y sin comunicados oficiales del Partido Popular. Menos mal que tenemos a la Cadena Cope que, además de torrijas, nos sirve de una buena información en su página web. Y es lo que tiene esto de internet, que las cosas ya no son como hace cuarenta años y se interactúa de tal manera que la información pulula por la red para quien quiera utilizarla.
Pero Santiago Amaro, que se ha buscado las habichuelas yendo como número nueve en la lista del Partido Popular a la Asamblea de Extremadura por la provincia de Badajoz, se ha quedado anclado en el pasado y utiliza prácticas mafiosas para que Diario de Mérida no pueda surtir de información de primera mano a sus lectores, aunque tenemos completa confianza en la que nos sirve la Cadena Cope.
El Niño de Montijo, que concurre a las elecciones de Mérida (bien se podía marchar a su pueblo), ha desempolvado los programas electorales de los anteriores candidatos del PP a la Alcaldía de Mérida y ha hecho un refrito infumable que no le va a llevar ni a ser jefe de la oposición. Miguel Valdés Marín con infinitamente menos medios y personal para su candidatura está demostrando tener ideas mucho más revolucionarias y efectistas que este Amaro, que se piensa que sigue entrenando al Mérida.
De los cinco bloques en los que el Niño de Montijo ha dividido su programa electoral vuelve con la cantinela de rebajar impuestos y ya, como Osuna los ha bajado al máximo posible, sólo le queda la contribución rústica y urbana y el de rodaje. Lo que sucede es que esto no es noticia, porque el alcalde ya ha anunciado que revisaría a la baja los distintos impuestos municipales. Es decir, que Rodríguez Osuna sigue estando por delante paso y medio y, además, es el claro favorito para continuar en la Alcaldía emeritense.
El mafioso del Niño de Montijo no aporta ni una idea nueva en su programa electoral y, por lo tanto, no se lo compramos. Esperamos que en la Asamblea de Extremadura le vaya mejor, aunque con sus estudios de Derecho poco o nada va a hacer en el Parlamento que no sea levantar la mano o pulsar el botoncito, según el caso. Sí podrá pegar la hebra con su jefa, la pija de María Guardiola, sí la chica de Monago, que mantiene una presidencia del PP regional tutelada por el anterior presidente.
Es lo único que hará el Niño de Montijo si sabe montárselo bien. Si no, si se le ocurre hablar mal de la pija o irle a la contraria, como le pasó al alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, tiene los días más que contados. Pero es que, de cualquier forma, el Niño de Montijo o Santiago Amaro Barril, que tanto da, va a durar menos en política que un caramelo a las puertas de un colegio. Al margen que sus postulados se acercan más a VOX que al centro, o sea, que representa a la derecha más casposa que hoy en día aún pervive.
Miguel Valdés, con XMérida, es el único que representa al centro político, con un equipo de emeritenses, profesionales todos ellos, que saben cuánto cuestan las cosas. A Miguel no le escucharemos chorradas de bajadas temerarias de impuestos porque sabe que estos son anuncios electorales pluf, es decir, que duran lo que dura la campaña electoral, que el Niño de Montijo ha dado ya por inaugurada.
Pues con ser el primero en pegar el cartel no crea que va a ser el primero en el Ayuntamiento. Ya le vale al Partido Popular con haber elegido a Santiago Amaro Barril o el Niño de Montijo como cabeza de lista a la Alcaldía de Mérida. Menos mal que le garantiza medio millón de pesetas al mes como diputado en la Asamblea. De vergüenza. De nada a millonario por la gracia de María Guardiola. Y encima coartando la libertad de expresión. Millonario mafioso, como no podía ser de otra manera.