Este lunes día once de septiembre ha supuesto de nuevo y para una buena parte de la ciudadanía catalana una reedición del día de la marmota, hartos y agotados por tanta demagogia e intereses espurios.
Para la inmensa mayoría de los españoles esta cuestión de las reivindicaciones masivas en la calle tiene una repercusión decreciente en la medida que la reiteración de un imposible conlleva la falta de interés de los interpelados.
Más atentos a los desastres naturales que han dado como resultado el elevado número de víctimas en países próximos nos resulta casi anecdótico que un grupo de anti sistemas sigan con la matraca independentista.
Nos llama la atención que haya sido la A.N.C. (Asamblea Nacional de Cataluña) la que convoque a los partidarios de la amnistía y el referéndum unilateral de independencia. Cuatro columnas que, partiendo de localizaciones distintas, confluyeron en la barcelonesa Plaza de España, paradójico cuando menos.
Por su parte, la izquierda independentista organizó su propia marcha paralela en una suerte de quinta columna que, a fuerza de diferenciarse de las demás, está consiguiendo que progresivamente y cada año sean menos los ciudadanos que acuden a dichas marchas reivindicativas.
Los partidos de la derecha han optado por no asistir a la ofrenda floral al monumento que honra la memoria de Rafael Casanova, figura destacada en la resistencia catalana durante la Guerra de Sucesión Española.
Y es que entendemos necesario recordar que lo que éste día se celebra y conmemora es la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas en 1714, es por ello esta fecha un símbolo determinante de una realidad histórica que ha conducido finalmente a lo que hoy es España.
Por ello, felicitamos a todos los españoles en esta jornada de conmemoración, reflexión y manifestación política expresada como ofrendas florales y deseos de mejorar la autonomía de las diferentes Comunidades Autónomas siempre dentro del Marco Constitucional.