Voy a hacer un favor al Ayuntamiento y le voy a recomendar al concejal de Tráfico un consejo útil: si coloca una cámara a mitad de la calle Octavio Augusto y ésta se pone a fotografiar a quienes se saltan el paso de peatones, en una semana dejan a cero la deuda municipal. Entre eso y el radar del Puente Nuevo (nuevo solo de nombre) conseguirán un récord de recaudación.
A mí, que soy ostensiblemente cojo (alguno dirá que este artículo tiene la mala leche del ídem) me irrita que, viéndome con el bastón, o precisamente por eso, los coches aceleran y con gesto displicente con la mano te vengan a decir “lo siento”. Traducida la manipulación con la manita, en realidad te están diciendo “jódete, que no freno”, hecho que igual da sea mujer o hombre el conductor, el coche nuevo o matrícula “Ba”, Dacia o Mercedes.
El incivismo no tiene fronteras y el violar pasos de peatones, tampoco, bueno, sí, las puede poner el Ayuntamiento en vez de estar tan atentos a la zona azul (de los cojones). Y es que parece recochineo pasarte, por costumbre, rozando y encima saludarte. Mejor que ni miren. Si según la teoría del caos (y un viejo proverbio chino) el aleteo de una mariposa en Asia puede provocar un tsunami en América, mejor ni pensar las repercusiones que puede tener un atropello en Octavio Augusto Street en Cantarranas, por ejemplo.
Cómo será que hasta mi perra Frida, cuando me la trae mi hija Daniela, se cuida muy mucho de cruzar sin mirar detenidamente. De casi nada ha servido el reborde, montoncito o como se llame esa elevación que han puesto, es demasiado liviano como para frenar y, agárrense que vienen pasos, algunos lo aprovechan para coger impulso. Pueden pensar, “caramba Rafita, con la edad y experiencia que tienes, te vas a enfadar por un paso de peatones…”, pues como diría Oscar Ringo Bonavena: “La experiencia es un peine que te regalan cuando ya estás calvo” y yo, además de cojo, coincide que tampoco tengo pelo (arriba) pero, como periodista de barriada, quisiera que la mía, con permiso de Luis Valiente, fuera cómoda y agradable y la mejor para vivir, máxime en ese recorrido diario a San José y La Cena, como para que un desalmado (o desalmada que suena mejor) te pille en pelotas en un paso de peatones.
Amplío el dicho: Desnudo se va al baño, al amor, a la calle Octavio Augusto y a la muerte. Que quieren que les diga, uno es libre para escribir lo que piensa y no lo que le conviene, aunque eso implique ir a contracorriente contra los incívicos conductores, claro que, para ir a contracorriente, hay que estar vivo, solo a los peces muertos se los lleva la corriente.
En verdad, en verdad les digo que algún día vamos a tener un problema, que se empieza viviendo a golpe de acelerador y se termina tocando fondo. Eso, estamos tocando fondo (y no solo el Mérida AD).
Bartolomé.
Rafael, tienes to la razón, hay mucho maleducado al volante y otros que no se saben quién tiene vía libre en un cruce y se lian.
Hay un caso que quiero contar que me pasó a mí el día que vinieron de Totana y, de un pueblo de Andalucía que tenía un nombre compuesto, que es por lo que no lo recuerdo, vamos al tema que me lío en explicaciones.
Resulta que acabó la procesión y yo que voy también con bastón, veo por mi derecha que vienen tres motos y se paran porque la calle estaba llena de gente por el acontecimiento, llega la poli local, paran el coche en la zona de autobús, vuelvo a mirar a mí derecha y veo las tres motos y un coche totalmente paraos,entonces inicio el paso de la vía justo enfrente del callejón que va a para’ en el garaje del León, empiezo a escuchar….caballero, caballero, caballero y en el tercer caballero ya había cruzao y me volví, era uno de los polis que me dijo delante mía y a voces, caballero le estoy llamando porque no puede cruzar por ahí, le dije….si señor puedo cruzar porque la calle está en un momento especial y están los vehículos paraos, me contesta……esto tiene gracia o puede que hasta delito……mire a mi ma da igual allá ud. que será quien salga perdiendo y, pa mi mejo’ porque ya no tendré que cuidarlo, ante tamaña osadía le dije…..mire Sr poli, viéndome que voy con un bastón y cojeando, su obligación es velar por mí y, en vez de liarse a voces mientras estoy pasando con la intención de que me parara y darme la vuelta pa’ escuchar lo que ya sabía que me iba a decir, lo que tendría que haber hecho es ponerse delante de los vehículos pa’ que no salieran zumbando,todo esto pa’ facilitar el paso a un minusválido y después, si quiere hacer uso de su talonario, lo saca y me pone una denuncia, que en ese mismo momento iré a reclamar a su jefe cómo ha pasao este incidente, aparte de to esto, sabe ud porqué no mire cuando me llamaba, porque yo no soy un caballero, soy un «Señor»
Que tiene mucha diferencia.
Al final y después de todo este comentario, le tengo que estar agradecido por no multarme, pero creo que el tema rozó el abuso de poder contra un minusvalido
Buenos días.
Como suele ser habitual ni el malo es tan malo y ni el bueno es un Santo. Conductores incivicos, despistados o poco atentos por supuesto pero, por hablar de la otra parte. Peatones que por el hecho de llegar a un paso de peatones, literalmente , «se tiran» sin importarle distancia a la que se encuentra el vehículo que debe detenerse, o peatones mirando el móvil mientras cruzan, peatones que ni tan siquiera miran a ambos lados antes de «meter» el primer pie en la calzada … esto creo que todos los Conductores lo han vivido en más de una ocasión, quizás, cada día con más frecuencia. Después tenemos a los peatones que se detienen en el paso a finalizar su conversación con otro peatón que sigue en otra dirección y que justo tiene a bien cruzar cuando tiene al vehículo a un metro (con el consiguiente enfado y recriminacion..bno me vesss?? Con esa falta de tacto y educación característica)
Por último tenemos a peatones como el del comentario anterior. Cruzan por dónde mejor les va, incluso no se controlan ni aunque este presente un Agente de la Policía Local(nada de poli, señor/caballero) y se disponen a cruzar por donde mejor les va. No contentos con su «hazaña» si le llaman la atención en lugar de conocer el error hacen culpable a aquel que tiene como misión garantizar la seguridad de peatones pero también la de los conductores. Las normas están para TODOS y por supuesto, los peatones también tienen que cumplirlas. Si cada peatón tiene una «excusa» para hacer el cruce de la vía por donde mejor le va, al final, inevitablemente esto sería un caos. Seguramente en Madrid, Sevilla, a ningún peatón se le ocurra cruzar por un lugar distinto a un paso de peatones y tras asegurarse que puede hacerlo con seguridad. Por qué en Merida debe ser distinto?
Recuerden Srs peatones. Pueden o no llevar la razón, pueden tener la prioridad, pero no deberían «apresurarse » a cruzar sin antes tener la certeza de que no serán atropellados. Creo que todos somos conscientes que el que más va a perder, el más débil siempre será un peatón y vida tan sólo hay una. Reflexionen.
Ya de paso mirar un poco la zona de discapacitados ocupadas por aquellos que no la necesitan,sitios como el centro de salud de Mérida Norte,hospital…nada más que añadir.
El civismo no existe.